CUENCA DEL POTOMAC
CUENCA DEL POTOMAC El cañón Smoke Hole es un escarpado desfiladero de 20 millas de largo que se abre paso en el brazo sur del río Potomac, en el este de Virginia Occidental. © Kent Mason

Proteger la tierra y el agua

Cómo protegemos las cuencas

El suministro de agua, el hábitat de los animales y las actividades de esparcimiento dependen todos ellos de la existencia de cuencas saludables.

Una cuenca es una porción de terreno que drena las aguas pluviales o la nieve hacia un punto, que puede ser un arroyo, un lago o un humedal. Estos cuerpos nos proveen de agua potable, agua para riego y para usos industriales, ofrecen oportunidades de recreación (canotaje, pesca) y son el hábitat para numerosas plantas y animales. Desafortunadamente, distintas formas de polución, entre las que se incluyen los vertidos y la erosión, pueden interferir con la salud de la cuenca. Por esta razón es importante proteger la calidad de las cuencas.

¿Para qué necesitamos cuencas saludables?

Las cuencas son sostenes de vida en más de una forma. De acuerdo con la Agencia norteamericana de Protección Ambiental (EPA), más de 450 mil millones de dólares provenientes de actividades relacionadas con alimentos, fibras, productos manufacturados y turismo dependen de la existencia de cuencas saludables y limpias. Por ello, protegerlas es necesario para ti y para tu comunidad.

La protección de las cuencas es un mecanismo para resguardar un lago, un río o un arroyo gestionando la totalidad de la cuenca que drena hacia esos cuerpos de agua. Para tener cuencas limpias y saludables se necesita una población informada que pueda tomar las decisiones correctas en relación con el ambiente y con las acciones que realiza la comunidad.

Qué puede hacer cada uno para ayudar

  • Ahorra agua todos los días. Acorta el tiempo de sus duchas, repara pérdidas y cierra los grifos cuando no los uses.
  • No descargues productos químicos caseros en el desagüe; llévalos a un centro de desechos peligrosos.
  • En tu jardín ten plantas resistentes que necesiten poca o nada de agua, y que no precisen fertilizantes ni pesticidas.
  • No utilices fertilizantes en exceso. Reemplázalos por fertilizantes orgánicos o de liberación lenta.
  • Recicla desechos en una pila para generar compost y utiliza una cortadora de césped que vaya esparciendo el recorte. 
  • Utiliza superficies como maderas, ladrillos o grava para construir plataformas o caminos, para permitir que absorban el agua en el terreno y no causen escorrentía.
  • Nunca tires aceites usados ni productos anticongelantes en la calle ni en alcantarillas.
  • Recoge los desechos de tu perro y tíralos en tu inodoro o con tus residuos.
  • Usa menos el auto; camina o anda en bicicleta; muchos contaminantes presentes en nuestras aguas provienen de los humos de escape o de pérdidas de los automóviles.
En la distancia se aprecia un cascada de agua cayendo sobre un río en una selva
Kenia La salud de la cuenca del Alto Tana en Kenia es esencial para proporcionar agua más limpia a Nairobi. © Nick Hall

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Por qué necesitamos proteger las cuencas 

El 70 % de la Tierra está cubierta de agua, y, desgraciadamente, entre el 40 y el 50 % de las aguas de EE. UU. están degradadas o amenazadas. «Degradadas» significa que no pueden soportar uno o más de los usos a los cuales se destinan. Esto podría significar que no es apta para beber, para nadar o que no se pueden consumir los peces que se capturen allí.

Las principales causas de polución de los cursos de agua en EE. UU. son los sedimentos, las bacterias (como la E. coli) y el exceso de nutrientes (como nitrógeno y fósforo). Si bien nutrientes suena como algo que es saludable para el ambiente, los nutrientes pueden provocar grandes problemas en cuencas mal administradas. Por ejemplo, los sedimentos pueden sofocar a los peces si quedan atrapados en sus agallas, y la presencia de bacterias por sí sola puede ser un indicio de que existen otros virus y gérmenes también en esas aguas. La erosión, el vertido de desechos animales y el derrame combinado de varias cloacas son solo apenas algunos de los modos en que estos contaminantes llegan a nuestras aguas.

Mira el vídeo Descubre por qué protegemos las cuencas (subtítulos disponibles en español)