Una guía práctica para la acción climática

A pesar de la abundante  evidencia de que la crisis climática ya está en marcha y del consenso global que llevó al Acuerdo de París de 2015, la acción de los gobiernos y de las corporaciones todavía va muy atrasada con respecto a lo que sería necesario para mantenerse debajo del límite de los 2º centígrados, y muy lejos del objetivo de los 1.5º que muchos países en desarrollo consideran necesario para su supervivencia.

Sin embargo, todavía podemos cerrar la brecha entre lo que se ha prometido hasta la fecha y lo que el consenso científico dice que es necesario. Gran parte de las medidas que los países y las corporaciones pueden tomar no son ningún misterio. A lo largo del mundo, los gobiernos nacionales ya están tomando nuevos caminos hacia un futuro bajo en carbono. Muchos de esos caminos son enormemente promisorios, y si se los lleva a una mayor escala y se los replica en otras geografías, podríamos ver reducciones de emisiones realmente significativas y un mejor pronóstico para nuestro planeta en proceso de calentamiento.  

La mayor parte de los esfuerzos y del financiamiento se han concentrado en acelerar la transición a la energía limpia y en mejorar la eficiencia energética. No podemos lidiar con el cambio climático sin transformar nuestros sistemas de energía; sin embargo, esto es tan urgente como aprovechar el poder de los paisajes naturales que pueden tanto reducir los impactos del clima como mitigar las emisiones futuras de carbono.