Solomon Islands | A newly hatched baby turtle makes its way into the ocean, Solomon Islands. © Tim Calver

Perspectivas

Bonos azules: Un plan audaz para salvar los mares del mundo

La filantropía podría hacer que mil 600 millones de dólares queden disponibles para la conservación de los mares

PUNTOS CLAVE

  • Los Bonos Azules para la Conservación trabajan con entidades filantrópicas para conseguir hasta 40 veces más inversiones adicionales, que serán usadas para proteger más de cuatro millones de kilómetros cuadrados de los mares del mundo a lo largo de los próximos cinco años.
  • Cómo funcionan: TNC está apoyando a veinte naciones insulares para refinanciar sus deudas nacionales. Los gobiernos, a su vez, usarán estos ahorros para invertir en esfuerzos de protección marina que revitalizarán las pesquerías y protegerán los arrecifes de coral.
  • Las oportunidades que se abren son todavía mayores: 85 países podrían usar este enfoque para proteger sus zonas marítimas. 

Problemas en el paraíso

Ya no se puede negar que nuestros océanos están en una situación difícil. La sobrepesca ha diezmado las poblaciones globales de peces, el cambio climático y la acidificación de los mares están llevando a los arrecifes coralinos al borde de la extinción y la pérdida de estos arrecifes y de otros ecosistemas ha dejado a las comunidades costeras más expuestas a los impactos de las tormentas y del aumento en los niveles del mar.

En efecto, para muchas naciones costeras e insulares estas son cuestiones de vida o muerte. Los líderes de estas naciones quieren proteger sus océanos, pero en demasiadas ocasiones se ven en dificultades para invertir en los esfuerzos de conservación que harían que sus ambientes y economías fueran más resilientes.

The Nature Conservancy (TNC) tiene un plan audaz que puede ayudar a estos países a lidiar con los retos que suponen esas deudas, beneficiar a más de cuarenta millones de personas y conservar un 15 por ciento más mares del mundo de los que hoy en día están protegidos, y todo en apenas cinco años.

Lo llamamos Bonos Azules para la Conservación. 

¿Qué son los bonos azules?

Los Bonos Azules para la Conservación son una oportunidad para que las naciones costeras e insulares puedan reinvertir en sus recursos naturales, al refinanciar sus deudas nacionales de forma tal que asegure que los recursos se destinen al trabajo para la conservación y también beneficien a sus economías.

Así es como funciona:

  • El gobierno de un país se compromete a proteger al menos el 30 por ciento de las áreas marinas cercanas a la cosa, incluyendo los arrecifes de coral, los manglares y otros hábitats importantes, y se suma a esfuerzos de conservación que ya estén en marcha, como la mejora del manejo de pesquerías y la reducción de la contaminación.
  • Entonces, TNC busca los fondos públicos y el capital comercial para restructurar la deuda soberana de la nación, lo que lleva a tener menores tasas de interés y periodos de pago más largos.
  • Una parte de esos ahorros financian las nuevas áreas de conservación marina y las actividades de conservación a las que se ha comprometido el país.
  • También ofrecemos nuestro conocimiento científico para el proceso de planeación y trabajamos con socios locales para identificar las actividades que combinen la conservación y las oportunidades económicas sostenibles, como la restauración de arrecifes para el turismo o la mejora del manejo de pesquerías para ayudar a asegurar que los actores interesados se suman y cumplen lo acordado. 

¿Son efectivos los bonos azules?

La idea puede sonar audaz, pero hemos visto que puede funcionar. El Parque Nacional Cabo Pulmo, en la península de Baja California, en México, muestra lo que pude lograrse cuando se da a los ambientes marinos una oportunidad de curarse: diez años después de que se estableció el parque y se lo etiquetó como área marina protegida, se ha revertido el impacto de décadas de sobrepesca y han aumentado los inventarios de peces en un 400 por ciento. 
Hemos visto cómo el modelo de conversión de deudas en el que están basados los Bonos Azules puede producir resultados de conservación. En 2016, la República de Seychelles trabajó con TNC para restructurar parte de su deuda nacional, liberando 430 mil dólares anuales para la conservación marina. Hasta 2018, el gobierno había establecido dos áreas marinas protegidas que cubrían 210 mil kilómetros cuadrados de áreas oceánicas, llevando al país a la mitad de su meta de proteger el 30 por ciento de su territorio marino para 2020.

Catalizar las inversiones

Los Bonos Azules crean una situación en la que todos ganan: los gobiernos nacionales consiguen importantes ahorros financieros para invertir en recursos naturales para apoyar sus economías, y las comunidades locales, a su vez, ven cómo sus medios de vida y su patrimonio cultural son protegidos. Además, los donantes que proveyeron el capital semilla original obtienen grandes dividendos de sus inversiones filantrópicas -con un multiplicador de hasta 40 veces.

TNC trabaja con veinte países insulares y costeros en el Caribe, las islas del Pacífico y el poniente del Océano Índico para mejorar el manejo de las áreas marinas y crear nuevas áreas marinas protegidas a lo largo de los próximos cinco años. Si logramos juntar 40 millones y medio de dólares en donaciones filantrópicas, podremos catalizar inversiones de hasta mil 600 millones para la conservación de los mares. 


Las nuevas áreas protegidas podrían conservar, en conjunto, cuatro millones de kilómetros cuadrados de mar -un aumento del 15 por ciento en la cantidad de océanos protegidos que hay hoy en día. La mitad de estas áreas protegidas permitirán algún grado de pesca y otras actividades económicas, mientras que la otra mitad serán zonas que no deberán tocarse, para permitir que se recuperen los inventarios de peces.

Estos territorios son hogar de 13 por ciento de los arrecifes coralinos del mundo y los planes de conservación marina hechos a medida podrían asegurar que los arrecifes son protegidos y restaurados. Esos arrecifes sanos, a su vez, ofrecerán un hábitat a los peces, tortugas y otras especies marinas. También aportarán “semillas” para los arrecifes de alrededor, al esparcir larvas de coral en las corrientes marinas. Al proteger estas áreas, además, se beneficiará en última instancia a los 43 millones de personas que viven cerca de las costas, a través de economías más sostenibles y de una mayor resiliencia ante el cambio climático. 

Un momento clave para la conservación de los mares

Lograr un aumento del 15 por ciento en los mares protegidos en veinte países en apenas cinco años ya supone un plan ambicioso, pero el potencial que se puede lograr es aún mayor. De hecho, TNC estima que hay 85 países que podrían usar estas estrategias para desarrollar economías más resilientes a través de la conservación marina, abriendo la puerta para una protección de los mares aún mayor.

A pesar de todo, el tamaño de esta oportunidad es igual de grande que la urgencia en que vivimos. Estamos en un punto de inflexión en el que establecer áreas marinas protegidas y realizar otras intervenciones puede tener un impacto significativo en el estado de las pesquerías del mundo, la biodiversidad de los océanos y la resiliencia costera. Pero la ventana de oportunidad que tenemos antes de que la degradación de los mares sea irreversible se hace cada vez más pequeña.

Contáctanos para obtener más información sobre los bonos azules o para participar en este trabajo en oceans@TNC.org.