Cultivo de peces como alternativa de producción sostenible en los ríos de la Amazonia ecuatoriana
Manejo responsable de especies amazónicas nativas para fortalecer los medios de vida de las comunidades indígenas amazónicas de Ecuador
Los peces nativos han contribuido históricamente a mantener la seguridad alimentaria de las comunidades indígenas amazónicas y, de manera reciente, de las poblaciones colonas que han llegado a esta región. Sin embargo, debido a factores como el crecimiento poblacional y, por tanto, una mayor demanda de alimentos, las poblaciones de peces en los ecosistemas naturales han disminuido drásticamente, por lo que algunas especies fueron categorizadas como vulnerables o en peligro de extinción, de acuerdo con la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN).
Por esta razón, durante los últimos años, se ha promovido la piscicultura como una actividad productiva que permite abastecer las crecientes demandas en mercados locales, regionales o internacionales. Muchas instituciones de desarrollo y de investigación han incentivado esta actividad, considerando sus atractivos márgenes de rentabilidad, bajos niveles de inversión y posibilidades de beneficios en el corto plazo. A nivel de las comunidades indígenas, esta actividad ha resultado bastante interesante, ya que su implementación no requiere capacidades técnicas especializadas y contribuye a la seguridad alimentaria y a la generación de ingresos económicos.
el cultivo de peces nativos es una estrategia que ha sido impulsada como alternativa productiva sostenible, puesto que no demanda grandes extensiones de tierra para su cultivo y, además, contribuye a la seguridad alimentaria de la población y a la reducción de presiones sobre los bosques y la fauna silvestre. Sin embargo, cabe mencionar que esta actividad presenta un riesgo asociado: la introducción de especies exóticas con características favorables en cuanto a manejo y comercialización, en muchos casos, amenaza la supervivencia de las especies nativas, ya que son altamente agresivas. La estrategia del Consorcio PI como parte del proyecto ICAA en Ecuador fue la promoción de dos especies que tienen alto potencial de mercado y una relativa facilidad de manejo: el paiche (Arapaima gigas) y la cachama (Piaractus brachypomus).
n países como Brasil, Perú y Colombia, el cultivo de esta especie se ha extendido ampliamente, debido a su alta demanda interna. Además, en los últimos años, ha crecido la exportación a mercados como el de Estados Unidos. Por su rápido crecimiento, facilidad de cultivo, sabor y calidad, su crianza tiene un alto potencial de convertirse en una actividad rentable para las comunidades y productores privados amazónicos (Salinas, 2016). Estos factores han promovido la implementación de importantes programas de investigación y desarrollo en países como Brasil y Perú, que incluyen tecnologías inten-sivas de manejo, como jaulas flotantes con altas densidades de biomasa, las cuales son instaladas directamente en los ríos o lagunas de la Amazonía (IAAP, 2006; Salinas, 2016).
En Ecuador, el cultivo de paiche todavía se encuentra en un nivel experimental, implementado por centros de investigación y desarrollo o iniciativas privadas ubicadas en el norte y centro de la Amazonía. Hasta la fecha, el Ministerio del Ambiente del Ecuador (MAE), ha otorgado solo dos patentes de manejo de esta especie para dos productores privados ubicados en Lago Agrio y El Puyo, de los cuales solamente uno permite la comercialización de alevines.
Paiche (Arapaima Gigas)
El paiche de la familia Arapaimidae, es el pez de escama más grande de la cuenca del Amazonas y tiene un gran potencial para su cultivo en la Amazonía (Gonçalves de Oliveira et al., 2012). En Ecuador, se distribuye en el extremo oriental del país, en las provincias de Sucumbíos, Orellana y Pastaza. En Sucumbíos, esta especie crece en la zona del Cuyabeno, pero solo ha sido aprovechada por las comunidades nativas, para el autoconsumo. En su medio natural, alcanza una longitud de hasta tres metros, 200 kg de peso y puede vivir hasta 50 años (Saint-Paul, 1986 citado en Gonçalves de Oliveira et al., 2012). Tiene la tasa de crecimiento más rápida entre los peces cultivados en la Amazonía: alcanza entre 27 a 41 g/día y un peso de entre 10 y 15 kg/año (Salinas 2016; Rebaza et al., 2010). Prefiere aguas cálidas quietas con contenidos de oxígeno menores a 4 ppm, con pH inferiores a 6 y con durezas por debajo de 30 mg/l (Ortega, 2015). Su dieta en el medio natural es carnívora, pero, en respuesta a un proceso de domesticación, se ha adaptado a comer alimento inerte, como balanceados comerciales con altos contenidos de proteínas (40% a 45%) y mezclas domésticas de pescado molido con balanceado (IIAP, 2006). Por tratarse de una especie de gran tamaño y por la precocidad de su crecimiento, la densidad de siembra no se establece por número de animales por m2, sino por kilos de peso vivo o biomasa por metro cuadrado. Sin aireación externa, es posible mantener hasta 4 kg por m2 de biomasa y con aireación externa y recambios de fondo, hasta 50 kg por m2 de biomasa (Ortega, 2015).
Cachama (Piaractus brachypomus)
La cachama, de la familia Characidae, es una de las especies nativas de más rápido desarrollo en los cultivos en la Amazonía ecuatoriana (Almeida, 2015). Es de color plateado y sus aletas son rojizas. Alcanza 88 centímetros de longitud y 20 kilogramos de peso. Para su supervivencia, la temperatura adecuada del agua varía entre 23º C y 27º C. Su alimentación es omnívora por naturaleza, ya que consume frutas, como guayaba, chonta, papaya, etc., así como diversos invertebrados acuáticos, por lo que su carne tiene un sabor muy particular. Por esta razón, es una especie muy apetecida por las comunidades indígenas (Alemida 2015). Actualmente, es cultivada y comercializada en las provincias de Sucumbíos, Orellana, Napo, Pastaza y Zamora, en piscinas comunitarias desarrolladas por piscicultores de la zona, y es comercializada extensa-mente en otros países como Perú, Brasil y Colombia.Tiene un crecimiento muy rápido y su cultivo es muy fácil para las comunidades, puesto que se adapta con rapidez a los estanques y no requiere de balanceado comercial, a diferencia de la tilapia, por lo que se puede alimentar con productos de la chacra, como plátano, yuca, chonta o maíz. Estosignifica un ahorro significativo en los costos de producción y mayores beneficios para los piscicul-tores. Además tiene el potencial de convertirse en un cultivo amigable con el ambiente, que podría captar nichos de mercado específicos.