Colombia

Un secreto para contarle al mundo

La Orinoquía colombiana es un reservorio de la diversidad biológica de sabanas, humedales y ríos, además es la herencia cultural de comunidades locales tradicionales e indígenas.

Orinoquia, Colombia

El Paisaje de la Orinoquia alberga el 48% de sabanas y hume­dales naturales de Colombia, es la mayor extensión de este ecosistema en el país, representa el 30% del territorio na­cional con 34.720.832 hectáreas (ha) y cubre un 35,4% de la cuenca del Orinoco; donde también convergen ecosistemas andinos y amazónicos.

Tiene una abundante, pero frágil, oferta de recursos natura­les, representa el 20% de la oferta de productos agrícolas y del hato ganadero, en materia forestal y minero-energética posee el 74% de las reservas nacionales de petróleo. Cuenta además con una diversidad social y cultural de poco menos de dos millones de habitantes, entre poblaciones locales, tra­dicionales y grupos indígenas (23 etnias).

En los últimos años, la transformación del uso del suelo, por diferentes sectores productivos se ha acelerado vertiginosamente, poniendo en riesgo este gran paisaje. En TNC Colombia creemos que los asuntos urgentes no dan espera, así que trabajamos en conjunto para lograr una visión integradora que permita construir desarrollo en armonía con las comunidades y la naturaleza. 

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Estamos a tiempo de ordenar inteligentemente el territorio, antes de llegar a un punto de no retorno en materia de biodiversidad y sostenibilidad. El momento de actuar es ahora.

Nuestro reto

Actuamos desde ya y estas son nuestras metas para el 2025:

Un paraíso biodiverso

Más del 80% de este paisaje permanece como hábitat y ecosistema natural para una gran di­versidad de especies, 1043 aves, 155 reptiles, 254 mamíferos, 663 peces, 191 anfibios, 5411 plantas y 680 insectos, donde 274 especies tie­nen distribuciones restringidas y son exclusi­vas de la Orinoquía y contiene cinco ríos de alto caudal: (más de 1.000 m3/s) Guaviare, Inírida, Meta, Vichada y Arauca.

© Cristhian Aguirre
El Murruco, (Athene cunicularia), es un buho diurno, es una especie icónica de las sabanas del paisaje llanero. Es posible avistarlo en áreas abiertas, habita áreas de vegetación baja. © Oscar Hoyos
© Cristhian Aguirre
El Murruco, (Athene cunicularia), es un buho diurno, es una especie icónica de las sabanas del paisaje llanero. Es posible avistarlo en áreas abiertas, habita áreas de vegetación baja. © Oscar Hoyos

Saber de dónde venimos para proyectar a dónde vamos

Durante décadas, el paisaje de la Orinoquia no sufrió significativa transformación, por la falta de infraestructura y el prolongado conflicto armado. En la medida que estos limitantes se han ido redu­ciendo, esta región se ha vuelto cada vez más atractiva para la agri­cultura, el turismo, la agroindustria, la minería y los hidrocarburos.

Cada año un área de 220.000 ha es transformada por este de­sarrollo, impactando drásticamente los recursos naturales, la calidad del suelo y la retención de agua, lo que pone en peligro los medios de vida de miles de personas y la conservación de di­versos ecosistemas estratégicos.

Si esta expansión persiste a ese ritmo, sumado al impacto del cambio climático, según nuestra ciencia podría haber una reduc­ción del 40% en la disponibilidad de agua en la mayoría de los ríos de la región en menos de 20 años, afectando significativa­mente el bienestar de la población local y limitando la contribu­ción de la región al desarrollo nacional. 

Con más de 30 años de trabajo en Colombia, The Nature Con­servancy (TNC) aporta su conocimiento y experiencia para dar forma a un futuro sostenible, para la Orinoquia. Nuestro trabajo se basa en reconocer la capacidad de la natura­leza para brindar beneficios a las personas, abordando el cambio climático y construyendo el bienestar de la población. Así que equilibrar el recurso hídrico, el uso del suelo y la producción de alimentos y energía con la preservación de la biodiversidad y el patrimonio cultural requiere un enfoque integral.

Hacia el cambio deseado

La Orinoquia como región única en el plane­ta, nos plantea desafíos también únicos, por ello TNC reconoce la importancia de traba­jar sobre una teoría adaptada que aborde los problemas ambientales de la región, y ayude a impulsar resultados positivos para sus ecosis­temas, su cultura y sus comunidades.

Nuestra Teoría del Cambio (ToC) nos propor­ciona un marco estratégico para leer el contexto actual y guía nuestros esfuerzos para priorizar acciones de impacto, Gracias a ella abordamos desafíos complejos de manera integral y espe­cífica, lo que lleva a resultados de conservación positivos, significativos y duraderos. 

Para la Orinoquia, nuestra propuesta se so­porta en los siguientes enfoques estratégicos:

  • Influir en la política con herramientas científicas para fortalecer la agenda de ordenamiento del territorio y promo­ver mecanismos económicos para el desarrollo sostenible.
  • Transformar los sistemas productivos ganaderos y agroindustriales mediante la mejora de las prácticas re­generativas, promoviendo la adopción de directrices secto­riales e impulsando el crecimiento del mercado de cadenas de suministro sostenibles.
  • Fortalecer la gobernanza a través de plataformas, inter­sectoriales e inclusivas de múltiples partes, interesadas para movilizar recursos e impulsar un cambio sistémico.
  • Priorizar áreas representativas para mantener la bio­diversidad, contribuyendo a la adaptación y mitigación del cambio climático y a la mejora del bienestar de las personas.
  • Mejorar la protección y otros mecanismos de conserva­ción, monitoreo, evaluación y aprendizaje en tierras priva­das, públicas y colectivas para garantizar la durabilidad de las áreas más críticas e irremplazables para la biodiversidad, el cambio climático y el bienestar de las personas.

¿Por qué TNC?

The Nature Conservancy (TNC) es una organización ambiental global dedicada a la conservación de las tierras y aguas de las cua­les depende la vida. Guiados por la ciencia, creamos soluciones innovadoras y prácticas a los desafíos más urgentes de nuestro mundo para que la naturaleza y las personas puedan prosperar juntos. En Colombia centramos nuestro trabajo de conservación en tres paisajes icónicos: Magdalena, Orinoquia Y Amazonia.