Avistamientos de fantasmas se han vuelto más comunes en el suroeste de Florida. A veces, las trampas de cámaras remotas de los cazadores capturan imágenes granuladas de color grisáceo en la noche. Los ojos del sujeto tiene un brillo espectral del reflejo de luz infrarroja de la cámara. Los avistamientos en vivo durante el día suelen ser breves: un vistazo rápido antes de que la figura etérea se desvanezca en la densa maleza de palmettos.
Esos fantasmas—panteras de Florida en peligro de extinción—son reales. Que existan es prácticamente un milagro, así como los grandes gatos casi desaparecen en los 1970s, cuando científicos estimaron que había tal vez 20 panteras de Florida todavía sobreviviendo en la naturaleza. Con intervención humana intensiva, la población de panteras se estima que ha crecido diez veces más en los últimos 40 años, pero son todavía animales muy raros.
Cliff Coleman regularmente encuentra evidencia de panteras pasando a través del Black Boar Ranch, una propiedad privada para caza de 1,800 acres que él gestiona en el interior del suroeste de Florida cerca de la ciudad de LaBelle. El último año, Coleman estaba limpiando escombros de un huracán cuando descubrió nuevos signos de una pantera macho. El tronco de una palmera inclinada estaba destrozada como un gigantesco poste de arañazos de gato, y al lado, las agujas de pino se metieron en montículos del tamaño de una pelota de softball en el suelo. "Los machos juntarán las agujas de pino y luego orinarán sobre ellas para marcar su aroma aquí", dice el. Es una señal de advertencia para otros machos en el área y una alfombra de bienvenida para posibles parejas.
Las panteras no se quedan mucho en el rancho, dice Coleman. Fácilmente saltan una barda de 8 pies de altura, matan algunas presas en la reserva de caza, comen y luego desaparecen. Los machos rondan territorios de cerca de 200 millas cuadradas. Cuando dos se encuentra, pelearán—usualmente hasta que uno muere. Las hembras se quedan cerca de su lugar de nacimiento, rondando cerca de 50 millas cuadradas.
Ese es mucho territorio que mantener relativamente salvaje en un estado donde 900 nuevos residentes llegan cada día. Con tanta gente llegando, dice Wendy Mathews, Directora de proyectos de TNC en Florida, el desarrollo está empezando a empujar tierra adentro. Granjas, ranchos y bosques que las panteras y otro tipo de vida salvaje necesitan están siendo convertidos en vecindarios y carreteras.
Si alguna vez se van a recuperar, las panteras de Florida necesitarán más hábitat protegida, y mucho de ella. Para sacar a la pantera de Florida de la lista federal de Especies en Peligro, el estado y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de U.S. (FWS) debe ayudar a los animales a restablecer poblaciones independientes de reproducción, cada una con 240 felinos.
Por eso TNC trabajó con the Natural Resources Conservation Service para comprar una servidumbre de conservación en el Black Boar Ranch en 2015, así como en las dos propiedades contiguas al norte. Es parte de una larga colaboración de décadas entre agencias de gobierno y grupos sin fines de lucro para preservar una franja contigua de tierra sin desarrollar —un corredor de conservación—para que los animales puedan expandir su rango e incrementar sus números.
La Desaparecida Pantera de Florida
La pantera de Florida es una sub-especie del puma Americano—conocido como león de montaña o puma en otras partes del país—que solía variar desde Canadá hasta las Montañas de los Andes. Pero después del establecimiento de los Europeos, los grandes gatos fueron cazados para proteger ganado y sus pieles eran vendidas en el comercio de pieles.
Para cuando la iniciativa de Especies en Peligro se volvió ley en 1973, los pumas habían sido casi completamente removidos del este de Estados Unidos de América. Los pocos sobrevivientes fueron panteras de Florida que se mantuvieron viviendo en la región de Grandes Cipreses del Sur de Florida, al oeste de Everglades. Era el único lugar donde los enigmáticos animales pudieron refugiarse de los humanos.
La pantera de Florida se convirtió en uno de los primeros animales en la lista federal de Especies en Peligro. El listado presionó a la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida y FWS para restaurar la población.
Los primeros esfuerzos comenzaron en la década de los 70s etiquetando y recolectando muestras sanguíneas de los panteras de Florida restantes. Después, collares por radio fueron usados para rastrear sus movimientos. Biólogos comenzaron a investigar avistamientos y panteras muertas. Al momento que Darrell Land comenzó a trabajar para la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida como un investigador de panteras en 1985, científicos comenzaban a entender dos importantes hechos acerca de estos animales: Cada pantera de Florida vagaba un rango extremadamente grande, el acervo genético de la población se había vuelto peligrosamente menor.
Algunos estudios genéticos sugieren que la población pudo haberse reducido a solamente tres hembras. Para la mitad de la década de los 80s, Land dice que la población estimada era de más o menos 20 a 30 animales en vida silvestre. Muchos fueron producto de endogamia, y algunos machos eran incapaces de reproducirse. En 1995, ocho hembras puma de Texas fueron equipadas con radio collares y liberadas temporalmente (después fueron recapturadas) en el suroeste de Florida para imitar el flujo histórico de genes entre las diferentes sub-especies.
Los esfuerzo dieron resultados. Para el 2007, el número de panteras de Florida alcanzaron aproximadamente 100, de acuerdo a la FWS, y los números de hoy en día es el doble. Las panteras de Florida han comenzado a expandir su rango más allá de Everglades. Investigadores principalmente miden el área funcional de la especie rastreando dónde viven las hembras reproductoras. ("Un macho puede irse... y desaparecer en el paisaje, pero no va a producir gatitos [por su cuenta]," señala Land.) Año tras año, las panteras hembra siguen empujando el rango reproductor de la especie más arriba en el mapa.
“Estamos viendo que se reproducen en lugares donde antes solían vivir,” dice Land. Puede mostrar mapas en su computadora que señalan la ubicación de cada avistamiento reportado de panteras de Florida desde la década de 1970, así como muertes reportadas; incidentes donde panteras mataron mascotas o ganado; y registros de nacimientos reportados. Juntos, estos mapas cuentan la historia del gradual movimiento de estos animales fuera de parques y zonas de manejo de vida silvestre cerca de los Everglades y el encuentro con sus vecinos humanos.
“Cuando comenzamos esto, pensamos que necesitaban tierra que estuviera lejos de gente,” dice Land. Pero la capacidad de adaptación de la pantera de Florida lo ha impresionado. Sobreviven y cazan en bosques, en granjas de tamaño industrial y hasta se aventuran en vecindarios. "Ahí es donde estamos ahora. Vemos estas interacciones humano-pantera y aprendemos a manejar esas situaciones".
Esas interacciones usualmente no terminan bien para las panteras. En 2018, 30 panteras fueron reportadas muertas. Veintiséis de ellas fueron golpeadas por vehículos.
¿A Dónde Pueden Ir las Panteras?
Al crecer la población de la pantera de Florida, muchos de estos gatos han merodeado el oeste solo para morir, al tratar de vivir en medio de carreteras transitadas alrededor de la ciudad de Naples. A los animales les va mejor cuando se mueven hacia el norte a través de tierras no desarrolladas. Pero lo que solía ser principalmente granjas de ganado, huertos y tierra salvaje en los 70s está volviéndose subdivisiones rurales, comunidades de retiro y parques de Casas Rodantes.
Durante el boom de vienes raíces de Florida en los principios de la década del 2000, la tierra se vendía rápido. El estado, la FWS, y grupos de conservación independientes empezaron a mirar estratégicamente el paisaje e identificar qué extensiones de tierra —si fuera protegida—podrían proporcionar hábitats contiguos que favorezcan a la pantera de Florida.
En el mapa, un corredor de conservación comenzó a tomar forma. Parece un embudo invertido entre el Refugio de Vida Silvrestre Big Cypress (ubicado justo al noroeste de los Everglades) y el Río Caloosahatchee al norte, el cual es parte de una vía fluvial que conecta al Lago Okeechobee con el Golfo de México. El paisaje es una mezcla de tierra protegida y manejada por el estado, y tierra privadas de trabajo que están escasamente pobladas, todas divididas por unas pocas carreteras principales.
En la punta del embudo, el Río Caloosahatchee se convirtió en una línea de meta no oficial para los conservacionistas. Al norte se sientan grandes extensiones de ranchos privados así como de varias áreas protegidas al sur del metro de Orlando—una verdadera promesa de tierra para un potencial hábitat de la pantera. Pero ninguna pantera hembra ha sido vista más allá del río desde la década de 1970. Estaba claro para los conservacionistas que tendrían que proteger del desarrollo ambos lados del río para que las panteras tuvieran siempre un lugar seguro para cruzar.
Pero a mitad de la década de los 2000 ,un rancho de 1,200 acres situado entre el pabellón de caza del Rancho Black Boar y el Río Caloosahatchee fue comprado por American prime, una empresa de desarrollo que tenía planes para volver el rancho en un gran vecindario con vista al mar. Pondría casas, calles y personas directamente en el camino del corredor de la pantera. Entonces la gran recesión del 2008 puso un alto temporal al boom de bienes raíces de Florida antes de que la desarrolladora comenzara a trabajar. Se esparció la noticia de que la propiedad enfrentaba juicio hipotecario, y el personal de TNC en Florida rápidamente se reunió para tratar de reunir suficientes fondos para comprar la tierra y mantenerla como un rancho.
“Soy un biólogo, no un agente de bienes raíces” dice Mathews. “Pero lo desciframos.”
A finales del 2012, con financiamiento de la FWS (aprobado por la Comisión), el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos de América y varias agencias estatales, Mathews y demás personal de TNC finalizaron la compra de tierra—solo un día antes de que la propiedad fuera a subasta en los escalones del palacio de justicia del condado de Glades. Habían pre-negociado la venta de la propiedad a un campesino local, quien accedió a comprar la propiedad con un contrato de servidumbre de conservación. Este contrato prevé el futuro desarrollo en la tierra, y la propiedad debe permanecer como rancho o algún otro tipo de productor agrícola de baja intensidad.
Para los conservacionistas, esta es una gran victoria. "El día que cerramos el trato sobre la propiedad hubo una gran liberación de tensión y emoción pura", dice Mathews.
Para este entonces, Coleman había visto evidencia regular de panteras de Florida en el pabellón de caza justo al sur. Mathews dice que todos sabían que era cuestión de tiempo antes que una pantera hembra cruzara el Río Caloosahatchee.
Finalmente, a inicios del 2016, una cámara trampa confirmó las predicciones: Por primera vez en más de 40 años, una pantera hembra de Florida fue vista llevando a sus crías al norte del Caloosahatchee. Para personas como Land y David Shindle, líder de la pantera de la FWS, que han guiado el progreso del animal durante décadas, el descubrimiento fue igualmente milagroso e inevitable.
Priorizando la Pantera
Desde esa gran victoria en 2012, TNC ha comprado servidumbres de Conservación en la reserva de caza Black Boar y un huerto de naranjas al lado norte del Caloosahatchee. Y el Departamento de Transporte de Florida ha construido un paso animal subterráneo debajo de la transitada autopista que separa Black Boar y otro rancho a las orillas del sur del Caloosahatchee. Una cerca de alambre de 12 pies de altura corre por menos de una milla a ambos lados de la autopista para dirigir panteras y otros animales salvajes hacia el paso subterráneo y lejos del camino. Allí, arena húmeda muestra huellas de patas de todos los animales que cruzaron de la reserva de caza al rancho desde la última lluvia: venado, jabalí, mapaches, zarigüeyas, gato montés, osos negros, panteras y muchos más.
Estos días, Mathews dice, TNC está tratando de comprar más servidumbres ecológicas en propiedades estratégicamente importantes que formarán el corredor de conservación, especialmente parcelas que están en lados opuestos de la autopista de propiedades ya protegidas. "Cuando ambos lados de la autopista están protegidos, podemos hacer un caso al Departamento De Transporte de Florida para gastar dinero en construir un paso subterráneo en ese lugar", ella dice. Los pasos subterráneos se están volviendo una vista común en el suroeste de Florida—Una señal visible que Floridanos están aprendiendo a convivir con sus nativas panteras.
¿Cómo obtuvimos estas fotos de cámara trampa?
El Fotógrafo Carlton Ward Jr. explica cómo lo hicimos. (en inglés)
Ver Los FotosPero eso no significa que la pantera de Florida esté en el claro. Ambos, Land y Shindle, están recibiendo más llamadas de personas que han perdido su ganado por la pantera de Florida. Un reciente proyecto de Ley Federal sobre Granjas permite a dueños de ganado a ser remunerados por muerte de sus animales debido a especies protegidas, pero Shindle admite que el proceso pone una carga pesada de prueba sobre los dueños (panteras arrastran sus presas lejos para ser comidas, ocasionalmente dejando ranchos sin evidencia para buscar remuneración).
Además, personas todavía se están mudando a Florida, y solamente este año la legislatura del estado aprobó un proyecto de ley que ordena a su Departamento De Transporte que investigue la viabilidad de construir nuevas carreteras de peaje en el interior del estado. Los planes incluyen una autopista que vaya entre el área de Naples y Orlando, cortando la parte del estado que hasta ahora ha sido crucial para la recuperación de la pantera.
Desde que el proyecto de ley fue anunciado, Mathews dice, TNC estaba presionando oficiales estatales para consultar con ambientalistas el considerar los efectos de los caminos sobre la vida silvestre en peligro. También actuará con representantes de otras tres organizaciones ambientales en un grupo de trabajo que ayudará a evaluar los efectos de la construcción de carreteras en el hábitat de la pantera y la vida silvestre. Parte de la labor del grupo de trabajo será ser anfitrión de una serie de reuniones públicas con residentes de todos los condados para darle voz a sus opiniones sobre cómo la propuesta de las carreteras de peaje afectarán sus vidas y a la naturaleza.
Mathews dice que el desastre inicial sería que la carretera de peaje corte el hábitat crítico y ponga a las panteras en el camino de más autos a alta velocidad. Pero también esas carreteras de peaje vendrán con rampas de salida que impulsarán el desarrollo aún más en el hábitat de la pantera de Florida.
"La victoria final sería la eliminación del conector Southwest-Central Florida de la consideración en el proceso de planificación de carreteras," dice Mathews. Ella ha visto otros proyectos importantes de carreteras presentadas anteriormente. El siguiente mejor escenario sería ver la carretera "Ubicado de tal manera que la menor cantidad de tierras actualmente sin desarrollar se vea afectada."
Florida tiene una historia de aprobar el desarrollo primero y luego lidiar con las consecuencias, pero Mathews señala cuanto dinero el estado ha puesto para la conservación desde la década de 1990 a través de su programa Florida Forever. En años recientes el financiamiento estatal para la conservación ha sido más difícil de conseguir, dice ella, pero el interés público en proteger vida silvestre de Florida todavía es fuerte. "Diré que, principalmente, la opinión pública ve a la pantera como importante y que vale la pena salvarla."
Y protegiendo este notable gato fantasma, los Floridanos pueden todavía salvar sus tierras silvestres.