Contexto
México es uno de los 12 países considerados megadiversos y se estima que en su territorio habitan entre el 10 y el 12% de las especies de todo el mundo. De sus 32 estados, Chiapas posee cerca del 30% de los recursos de agua dulce de México y es el segundo estado con mayor biodiversidad y cobertura forestal. Cuenta con más de 4,000 especies de plantas vasculares, cerca de 700 especies de aves y más de 200 especies de mamíferos y, aunque representa solo el 1.5% del área de los Estados Unidos, alberga más especies de mariposas que este país.
Por su parte, Guatemala es el país más diverso de América Central y cuenta con bosques nubosos, líneas costeras, picos volcánicos, bosques tropicales e imponentes lagos que hacen de sus paisajes lugares increíbles. Cerca del 50% de las exportaciones agrícolas de Guatemala se producen en las tierras altas occidentales, lugar donde viven muchas comunidades indígenas.
En Centroamérica enfocamos acciones incidiendo en políticas gubernamentales y la adopción de prácticas regenerativas
Transformando la agricultura y la ganadería en Chiapas y Guatemala
Guatemala presenta una de las tasas de pobreza y malnutrición más altas de América Latina, con el 76% y el 67% de la población, respectivamente. Además, desafíos como la deforestación, los eventos climáticos extremos y la degradación de los suelos, ponen en peligro la permanencia y la seguridad alimentaria de más de 275 mil pequeños agricultores en esta región.
Así mismo, en Chiapas las áreas destinadas al sector agrícola están en constante expansión, a medida que las productividades disminuyen en áreas ya establecidas, perdiendo así hábitats naturales y biodiversidad. Este estado, también es el segundo con mayor deforestación en el país, donde el 55% de sus bosques se han perdido y la principal causa es la expansión de ganado, café y maíz. Esta pérdida equivale a 4 millones de hectáreas taladas, producto de la búsqueda de mayores productividades.
Los bajos rendimientos agrícolas se están presentando por el uso de prácticas productivas no adecuadas, políticas públicas ineficientes y la presión de los mercados. Además, los eventos climáticos extremos y el cambio climático agravan esta situación, ya que impactan directamente los sistemas productivos. Chiapas es el tercer productor ganadero más importante de México y las prácticas extensivas para esta actividad generan grandes impactos ambientales, generando deforestación, degradación de suelos y pérdida de biodiversidad.
Para lograr un cambio en Centroamérica trabajamos con gobiernos, socios locales, el sector privado y el sector agrícola para promover sistemas productivos más eficientes y más resilientes, que a su vez nos permita recuperar la salud del suelo, regenerar los bosques y recuperar lo ecosistemas, para el bienestar actual y de las generaciones futuras.
Prácticas Implementadas
La agricultura convencional degrada los recursos naturales, por eso, su transformación mediante prácticas regenerativas es clave para la recuperación de los ecosistemas y el bienestar de las comunidades.
A través de nuestras prácticas regenerativas para la ganadería, en Chiapas la producción de leche ha aumentado en un 45% en más de 30 mil Ha de la región. Además, las emisiones de metano se redujeron en casi 1/3 y se han protegido 8 mil Ha de bosques.
En Guatemala estamos trabajando para crear un pacto multisectorial en un trabajo integral con diversos socios con el objetivo de transformar la producción agrícola con un enfoque de resiliencia al clima a través del fortalecimiento e implementación de políticas, mayores vínculos con cadenas de valor locales y regionales y la planificación del ordenamiento territorial.
Beneficios
A través de nuestras prácticas regenerativas para la ganadería, en Chiapas la producción de leche ha aumentado en un 45% en más de 30 mil Ha de la región. Además, las emisiones de metano se redujeron en casi 1/3 y se han protegido 8 mil Ha de bosques.
En Guatemala estamos trabajando para crear un pacto multisectorial en un trabajo integral con diversos socios con el objetivo de transformar la producción agrícola con un enfoque de resiliencia al clima a través del fortalecimiento e implementación de políticas, mayores vínculos con cadenas de valor locales y regionales y la planificación del ordenamiento territorial.
La restauración y la conservación de los suelos en Chiapas a través de nuestra estrategia, nos permite generar sistemas productivos sostenibles y resilientes. A través de las prácticas regenerativas podemos mejorar la salud de los suelos y lograr otros beneficios como:
- Una mayor productividad y rentabilidad
- Menor emisión de GEI y mayor captura de carbono
- Mayor infiltración y retención de agua
- Menor dependencia al uso de insumos agrícolas
- Mayor resiliencia ante los nuevos retos del cambio climático
- Mejor estado de fuentes de agua superficiales y acuíferos
Aspiramos con un Centroamérica productivo, resiliente y con ecosistemas más saludables para el 2030, donde las comunidades cuenten con mayores beneficios y produzcan en armonía con la naturaleza.
Centroamérica Resiliente
Impulsamos proyectos piloto con soluciones innovadoras para construir, junto a los productores, Ecosistemas Productivos Sanos que fortalezcan las economías locales, conserven los hábitats naturales y sean resilientes ante el cambio climático.