Hacer frente al cambio climático
Las mariposas monarca unen la conservación y la cultura entre EE. UU. y México
La preservación de la mariposa monarca y de su migración a través de Norteamérica protege un icono cultural.
Cada otoño, cuando las temperaturas empiezan a bajar en Norteamérica, las mariposas monarca procedentes de lugares tan al norte como Canadá emprenden una migración hacia climas más cálidos y meridionales.
Estas mariposas de color negro y naranja brillante aletean y se deslizan desde los ásteres y los plumeros amarillos hasta los arbustos de coyote, recorriendo hasta 160 kilómetros al día. Se dirigen al sur, buscando instintivamente los bosques que ofrecen las condiciones perfectas para pasar el invierno.
Siendo la única especie de mariposa que completa una migración de ida y vuelta, las monarcas comenzarán su regreso al norte en la próxima primavera. Las mariposas viven en promedio de cuatro a cinco semanas, por lo que serán sus descendientes—muy probablemente sus tataranietos—los que regresen a los estados del norte y completen este épico trayecto.
Pero ahora las monarcas están amenazadas por los cambios de temperatura (enlace en inglés), la sequía y otros impactos del cambio climático. El decrecimiento a largo plazo de sus poblaciones en el este y oeste de Norteamérica muestra la vulnerabilidad de estas mariposas.
Como polinizadores, la migración de la mariposa monarca a través del continente proporciona un servicio inestimable, esencial para que muchos ecosistemas prosperen. Gracias a los polinizadores, como las mariposas, las abejas y otros insectos, tenemos muchas de las flores y los alimentos básicos que disfrutamos, como la calabaza y los arándanos.
Las monarcas tienen además otro rol insustituible en Norteamérica: el de icono cultural.
El impacto cultural de las mariposas monarca en México
Entre muchas comunidades mexicanas del Centro y el Este de Estados Unidos, la migración de la mariposa monarca a México es simbólica.
Las mariposas que se emprenden en un viaje de 4500 kilómetros hacia el sur nacieron en Estados Unidos y nunca han estado en México. Y, sin embargo, se ven impulsadas por factores ambientales a volar hacia el sur hasta llegar a los bosques de oyamel, principalmente en la región de Michoacán.
"En México, incluso antes de la colonización española, se podían ver imágenes de mariposas a través de tallas en piedra y pinturas de grupos indígenas", dijo Joel Pérez-Castaneda, director de proyectos de The Nature Conservancy (TNC) Indiana.
Quote: Joel Perez-Castaneda
"Estas mariposas formaban parte de esa cultura. Hasta el día de hoy, en las celebraciones culturales, se pueden ver los brillantes colores naranja, negro y blanco, escuchar las referencias en las canciones y ver las danzas que imitan los movimientos de la mariposa".
El hecho de que las monarcas lleguen en la misma época en que se celebra el Día de los Muertos, a principios de noviembre, contribuye a la trascendencia de la llegada de miles de mariposas a los bosques mexicanos cada otoño.
"Hay muchas leyendas y mitos sobre las monarcas y otras mariposas, muchas veces vinculándolas a las almas de sus antepasados", dijo Pérez-Castaneda.
"En algunas historias, son las almas de los seres queridos que regresan. En otras, las mariposas son guerreros que han vuelto tras morir en la batalla. Lo cierto es que muchos grupos indígenas creen que, incluso después de fallecer, sus almas viven a través de la naturaleza y el ambiente. Eso dice mucho de lo mucho que apreciaban la naturaleza y su entorno y la cuidaban".
Celebrar y preservar el viaje de la mariposa monarca
En muchos estados de EE. UU., desde Florida hasta Indiana, los conservacionistas dirigen esfuerzos diversos y complementarios para proteger a las monarcas (enlace en inglés), desde la creación de jardines de mariposas donde se alimentan o ponen sus huevos, hasta la preservación de las tierras que visitan y polinizan durante su migración.
"El noroeste de Indiana tiene una gran presencia de la comunidad mexicana, ya que muchos se mudaron a la zona desde estados mexicanos como Michoacán, donde la monarca pasa el invierno", dijo Pérez-Castaneda
En East Chicago, Indiana, The Nature Conservancy y sus socios no sólo están colaborando con la comunidad para proteger a la mariposa, sino que también se unen para celebrar a la monarca.
El Festival de la Monarca es un evento comunitario que se celebra en septiembre, mientras las mariposas están migrando por el noroeste de Indiana en su camino hacia México. La celebración incluye actividades educativas para personas de todas las edades, así como música, arte y danza.
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En muchos estados de EE. UU., desde Florida hasta Indiana, los conservacionistas dirigen esfuerzos diversos y complementarios para proteger a las monarcas (enlace en inglés), desde la creación de jardines de mariposas donde se alimentan o ponen sus huevos, hasta la preservación de las tierras que visitan y polinizan durante su migración.
"El noroeste de Indiana tiene una gran presencia de la comunidad mexicana, ya que muchos se mudaron a la zona desde estados mexicanos como Michoacán, donde la monarca pasa el invierno", dijo Pérez-Castaneda
En East Chicago, Indiana, The Nature Conservancy y sus socios no sólo están colaborando con la comunidad para proteger a la mariposa, sino que también se unen para celebrar a la monarca.
El Festival de la Monarca es un evento comunitario que se celebra en septiembre, mientras las mariposas están migrando por el noroeste de Indiana en su camino hacia México. La celebración incluye actividades educativas para personas de todas las edades, así como música, arte y danza.
"Bastó con que prestáramos atención a la comunidad para darnos cuenta de que el amor por la monarca ya estaba ahí", dijo Pérez-Castaneda. "Puedes conducir por East Chicago y ver negocios con imágenes de la mariposa, desde heladerías hasta restaurantes. Queremos conectar a los residentes con los espacios naturales que les rodean y orientarles sobre cómo pueden apoyar a la monarca y a otros polinizadores mediante jardines de plantas autóctonas, la conservación local, y el aprendizaje sobre las monarcas. Este Festival es el lugar donde la cultura se une a la ciencia y sirve tanto a la naturaleza como a las personas".
En años anteriores, el festival ha ofrecido un seminario web sobre plantas autóctonas, un concurso de decoración de ventanas con temática de la monarca, excursiones y un recorrido bilingüe en inglés y español.
Aunque la monarca es un símbolo perdurable entre muchas comunidades, durante las últimas décadas la presencia de esta especie en los lugares de hibernación en México ha disminuido considerablemente. Las poblaciones en América del Norte han disminuido de aproximadamente mil millones en 1996 a sólo unos 100 millones en 2016 (enlace en inglés).
Apoya a la monarca y preservemos su migración
- Descubre el trabajo que lidera TNC para proteger a las monarcas en Florida, Oklahoma y Nevada (enlaces en inglés).
- Apoya la educación de las ciencias con los recursos educativos de Nature Lab.
- Siembra un jardín dedicado a los polinizadores (enlace en inglés).
Todos necesitamos polinizadores productivos
El descenso de las poblaciones de monarcas en Norteamérica podría ser una señal de que otros elementos de sus hábitats, como las flores silvestres u otros polinizadores, podrían estar desapareciendo también. Tenemos que proteger el equilibrio y la biodiversidad de nuestros ecosistemas naturales para que los seres humanos y la naturaleza prosperen juntos.
La desaparición de grandes áreas de hábitats de plantas autóctonas contribuye en gran medida a la disminución de las poblaciones de polinizadores en todo el mundo. Otro factor importante es el cambio climático. En el caso de las monarcas, si las temperaturas son demasiado cálidas durante la primavera, podrían migrar más al norte que antes. Luego, cuando llegue el invierno, un trayecto más largo a México podría ser demasiado agotador y disminuir su reproducción.
Los cambios en los patrones de migración de las monarcas afectan a diversos ecosistemas de todo el continente y, en última instancia, también a nuestros sistemas alimentarios. Aunque las mariposas son uno de los polinizadores más llamativos—y encantadores—cuando visitan un jardín o un campo, las abejas, los colibríes, las polillas y los murciélagos también desempeñan un papel importante (enlace en inglés) en la polinización de muchos cultivos alimentarios, así como del 75% de las plantas que florecen en el mundo.