Perspectivas

Los sistemas alimentarios deben ser el centro de las soluciones para el clima y la biodiversidad

Mientras los líderes accionan las agendas del clima y la biodiversidad, los instamos a invertir en soluciones escalables del sistema alimentario.

Por Saswati Bora, directora global de sistemas alimentarios regenerativos, The Nature Conservancy

a brightly colored spread of food and plates on a table

Después de celebrarse el Día Mundial de la Alimentación y la convención de las Naciones Unidas sobre el clima (COP27) y en vísperas de la de biodiversidad (COP15), la atención sobre nuestro sistema alimentario mundial se hace mayor. Y con razón.

El impacto de la agricultura y los sistemas alimentarios es evidente. La producción de alimentos es uno de los principales impulsores del cambio climático y de la destrucción de la naturaleza, ya que representa casi un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), el 90 % del cambio de uso del suelo y el 70 % del uso del agua a nivel mundial.

También se reconoce cada vez más que los sistemas alimentarios mundiales son frágiles y están en tensión. En marzo de 2022, los precios mundiales de los alimentos alcanzaron un máximo histórico, cuando los precios de los combustibles subieron un 86 % y los de los fertilizantes, un 35 % con respecto a solo dos años antes. Todo ello mientras 50 millones de personas en 45 países se tambalean al borde de la hambruna. Incluso en un país de altos ingresos como los Estados Unidos, 2,4 millones de personas sufren inseguridad alimentaria grave.

La crisis de los precios de los alimentos del año pasado no solo tuvo un impacto inmediato en la seguridad alimentaria y nutricional, en la inflación de los precios de los alimentos y en la economía mundial, sino que también tuvo repercusiones a más largo plazo desde el punto de vista del cumplimiento de los compromisos climáticos de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) mundiales.

Cualquier acción colectiva que se emprenda para hacer frente a la doble crisis de clima y biodiversidad también debe abordar nuestro estresado y frágil sistema alimentario.

AGRICULTURA SOSTENIBLE Adolfo Littigá planta un árbol nativo en la finca donde creció. Adolfo ha implementado sistemas agroforestales como parte del programa Reflorestar.
CULTIVOS Y BOSQUES Vista aérea de campos de cultivo y granjas a lo largo de la frontera forestal del Parque Nacional Iguazú, Brasil.

Cambiar el concepto de seguir como siempre

Se espera que aumente la presión climática sobre los sistemas alimentarios. Investigaciones recientes demuestran que, a pesar de los avances agrícolas de los últimos 60 años, la productividad agrícola mundial es un 21 % menor de lo que podría haber sido sin el cambio climático. Esto equivale a perder unos siete años de aumento de la productividad desde la década de 1960.

Nuestro sistema alimentario mundial debe cambiar rápidamente. No se puede seguir como hasta ahora; las presiones a las que se enfrenta el sistema son demasiado grandes. A mediados de siglo, la aceleración del cambio climático generará un estrés agudo, al tiempo que el aumento de la población y la riqueza mundial desplazan la demanda hacia dietas más ricas en proteínas.

El sistema alimentario y todos sus elementos interconectados contribuyen en casi un 34 % a las emisiones mundiales. Y, sin embargo, la financiación destinada a hacerlos más resilientes y adaptables no está a la altura del desafío. El sistema alimentario mundial solo recibió el 3 % de la financiación pública para el clima. Además, la financiación para la adaptación al clima solo representa el 9 % de la financiación para el clima, y casi su totalidad (el 98 %) procede de agentes públicos. 

La proporción de las inversiones en sistemas alimentarios resilientes en las contribuciones nacionales determinadas (NDC, Nationally Determined Contributions) debe aumentar significativamente si queremos cumplir los objetivos climáticos y de biodiversidad mientras alimentamos de forma nutritiva a una población que crece.

BARCOS DE PESCA COMERCIAL de salmón en la bahía de Bristol en Alaska, hogar de las mayores oleadas de salmón salvaje del planeta.
MEJORANDO LOS DATOS. En Chile, TNC trabaja con comunidades de pescadores artesanales para mejorar sus prácticas y por ende su información sobre capturas e ingresos.

Una agenda para la acción

Estas crisis ponen de manifiesto las conexiones entre los sectores climático, sanitario, energético y financiero. Cualquier acción en uno de ellos tiene repercusiones en los demás, y es necesario hacer hincapié en analizar los problemas de forma holística, evaluando las interrelaciones y las compensaciones.

Centrarse en la creación de sistemas alimentarios regenerativos puede hacer que la producción de alimentos en la tierra y el mar pase de ser extractiva y degradante a ser restauradora de las tierras, las aguas y los océanos que nos suministran alimentos.

Mientras el mundo se reúne para las convenciones sobre el clima y la biodiversidad en los próximos meses, he aquí algunas prioridades que se deben tener en cuenta a la hora de invertir en los sistemas alimentarios:

Impulsar la productividad en las tierras y aguas de producción 

Para satisfacer las necesidades nutricionales de alimentación de 9800 millones de personas en 2050, debemos mejorar la productividad de las tierras existentes. Las soluciones basadas en la naturaleza, como las prácticas de sanidad del suelo, la gestión del agua, la agrosilvicultura y la acuicultura restauradora, ofrecen oportunidades de aumentar la productividad y, al mismo tiempo, mitigar los desafíos interrelacionados vinculados al clima, la biodiversidad y los medios de vida rurales. Las prácticas específicas de sanidad del suelo, como el uso eficiente de los fertilizantes, la gestión precisa de los nutrientes, los cultivos de cobertura, la diversificación de los cultivos y el pastoreo rotativo, también refuerzan la capacidad de adaptación al cambio climático. 

TODO SOBRE LA SALUD DEL SUELO Sarah y Benoit Delbecq practican técnicas agrícolas que ayudan a proteger el suelo y el agua. © Compañía Nestlé Purina PetCare

Detener la conversión de hábitats para la producción de alimentos

Investigaciones recientes muestran que el 90 % de la deforestación tropical se debe a la agricultura. Acabar con la deforestación y la conversión de tierras es una misión crítica para alcanzar los objetivos climáticos fundamentales del mundo; no es una opción, sino un imperativo estratégico. Detener la conversión de hábitats motivada por la producción de productos básicos es una intervención con plazos muy acotados que debe haberse llevarse a cabo completamente a más tardar para el 2030. Con el fin de lograrlo, los agentes de los sectores público y privado deben colaborar para aumentar la capacidad de control y permitir una mayor trazabilidad en las cadenas de suministro de los productos básicos. Será crucial complementar esto con enfoques integrales a nivel de paisaje que se centren en la seguridad de la tenencia de la tierra, la reforma normativa, la estabilización de los ingresos de los agricultores y la mejora de la productividad de las tierras de cultivo. 

DEFORESTACIÓN EN KALIMANTAN Áreas de bosques tropicales que han sido deforestadas a través de un proceso de tala y quema para abrir áreas para agricultura en la región de Kalimantan, Borneo, Indonesia.

Invertir en tecnología e innovaciones 

Las inversiones en investigación y desarrollo agrícola fueron transformadoras durante la Revolución Verde para aumentar la productividad. Necesitamos un aumento de la inversión en nuevas tecnologías, tanto por parte de los agentes públicos como de los privados, para afrontar ahora los retos del siglo XXI. Estas tecnologías incluyen herramientas centradas en la producción (como la agricultura de precisión y la gestión del suelo basada en la biología), herramientas que mejoran los vínculos de la cadena de valor y la trazabilidad/transparencia de la cadena de suministro (como big dataIOT y blockchain) e innovaciones que dan forma a la demanda (como la proteína alternativa, las tecnologías de detección de alimentos).

AGRICULTURA DE PRECISIÓN El agricultor de Maryland, Jon Quinn, utiliza el manejo de nutrientes 4R para garantizar que se aplique la fuente de nutrientes correcta, en la proporción, lugar, y momentos correctos.

Destrabar los instrumentos de financiación y mitigación de riesgos

Las transiciones regenerativas suelen requerir varios años antes de que los productores obtengan beneficios, por lo que es necesario destrabar una financiación catalítica a través de la deuda, el capital y los instrumentos de riesgo compartido, como los seguros o el pago por servicios ecosistémicos. Es importante destacar que cada vez es más necesario aumentar la financiación privada de la adaptación al clima —solo unos 500 millones de dólares (1,6 %) de la financiación de la adaptación provino de fuentes privadas sobre todo porque las finanzas de los gobiernos de todo el mundo están cada vez más estresadas. 

CULTIVOS DE COBERTURA Los cultivos de cobertura crecen intercalados entre hileras de maíz. © Fauna Creativa

Reconvertir las subvenciones agrícolas 

Se gastan más de 600 000 millones de dólares al año en ayudas a la política agrícola para los productores, de las cuales más del 80 % han sido calificadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) como distorsivas. Las acciones de los gobiernos son el motor más poderoso de los sistemas alimentarios y, reajustando los incentivos, el sector público puede cambiar la economía que impulse el cambio. Los gobiernos pueden centrarse en darles un nuevo propósito a los subsidios de sus NDC con el fin de promover resultados más regenerativos, entre ellos, el aumento de la financiación de las áreas críticas. Por ejemplo, reasignar una parte del gasto público en agricultura para desarrollar y difundir tecnologías eficientes en materia de emisiones para los cultivos y el ganado no solo podría mejorar la productividad, sino también reducir las emisiones globales de la agricultura en un 40 %, lo que liberaría unos 105 millones de hectáreas de tierras agrícolas para la restauración de hábitats naturales.

A TRAVÉS DEL programa de TNC para la Agricultura y Ganadería Regenerativa, más de 4,000 ganaderos en Colombia han podido restaurar el hábitat mientras aumentan la productividad de la tierra.

Reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos 

Alrededor del 30 % de los alimentos producidos en el mundo se pierden o se desperdician, lo que supone un 8 % de las emisiones de gases de efecto invernadero. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), si el despilfarro de alimentos en el mundo fuera un país, sería el tercero que más emite, después de China y los Estados Unidos. Tenemos que reducir las pérdidas en el sitio de explotación mediante sistemas de gestión poscosecha tales como la manipulación, el almacenamiento, la transformación, las cadenas de frío y otras soluciones. Se necesitan más asociaciones público-privadas con los productores, los agentes de la cadena de valor y los minoristas, así como una mayor trazabilidad, concienciación y comunicación con los consumidores para cambiar el comportamiento en cuanto al desperdicio de alimentos.

RESTAURACIÓN DE OSTRAS EN NUEVA YORK El Billion Oyster Project brinda a los restaurantes la oportunidad no solo de desviar las conchas de los vertederos, sino también de recuperar este valioso recurso necesario para restaurar los arrecifes de ostras.

Desarrollar la producción de bioenergía regenerativa 

El contexto importa, y es importante entender las interacciones y vínculos entre la energía, el agua y la tierra en un sistema concreto para desarrollar enfoques basados en el ecosistema. El desarrollo de una producción alimentaria-energética integrada, diversa y regenerativa puede llevarnos a la captura y el almacenamiento de carbono y cero emisiones netas de carbono. La investigación científica y los avances en los sistemas agrícolas pueden apoyar la creación de una economía circular de carbono y nutrientes que ayude a proteger el clima y el agua y beneficie a los ecosistemas.

PASTIZALES PARA LA BIOENERGÍA es una iniciativa en la que la biomasa de las praderas se puede convertir en electricidad o en pellets para calentar hogares y negocios.

Un mejor camino por adelante

Los aspectos anteriores no son en absoluto una panacea para afrontar los retos del sistema alimentario mundial. Sin embargo, son una parte vital e inmediata de ese conjunto más amplio de políticas, tecnologías y palancas sociales en torno a la dieta, la asignación de recursos, la gestión de la energía y las oportunidades económicas que son necesarias para cualquier cambio positivo y duradero en los sistemas de producción de alimentos del mundo. 

La crisis que hemos vivido este año pone de manifiesto la importancia de mantener a las personas y a los productores en el centro del conjunto de soluciones. La población mundial actual, de casi 7700 millones de personas, depende de los sistemas alimentarios para satisfacer sus necesidades de alimentación y nutrición, y más de 1000 millones de productores y ganaderos dependen de los sistemas alimentarios para su medio y modo de vida. Estamos asistiendo a una grave inseguridad alimentaria y al hambre, y las naciones y personas más pobres, que son las que menos capacidad tienen para hacer frente a la situación, se ven afectadas de forma desproporcionada. Esto pone de manifiesto cuestiones de equidad y justicia climática. Debemos mantener la equidad y la inclusión en el centro de nuestras estrategias de conservación y garantizar que los beneficios se repartan equitativamente y que los riesgos se mitiguen.

Al mismo tiempo, los agricultores y productores de todo el mundo tendrán que hacer frente a más y mayores desafíos en el futuro debido al cambio climático. Estos productores, de los que todos dependemos, son parte central de estas soluciones y es necesario que sus voces se alcen a la hora de desarrollar el abanico de soluciones que se requieren. Si el sistema alimentario avanza en la dirección correcta al ritmo y la escala que se necesitan para frenar la crisis climática y de biodiversidad que enfrenta nuestro planeta, será porque los productores lo han hecho posible. 

producir alimentos de manera que 0:40 / 2:49 Los alimentos son esenciales para nuestros cuerpos, nuestras economías y nuestras comunidades, pero la forma en que los producimos actualmente no siempre es buena para el planeta. Sin embargo, alimentar a la gente no tiene por qué ser a costa de la naturaleza. Los sistemas alimentarios regenerativos