2020-2030 — La década de la acción climática
Cómo las soluciones basadas en la naturaleza pueden ayudar a preservar el delicado equilibrio ecológico necesario para el futuro de nuestro planeta
América Latina es hogar de cincuenta por ciento de la biodiversidad del planeta, lo que hace que la región sea vital para enfrentar la emergencia climática mundial conforme entramos en la próxima década. Esos años serán un tiempo crucial para actuar si queremos evitar un punto de inflexión que podría tener consecuencias terribles para toda la vida en el planeta.
Uno de los temas que se discuten frecuentemente cuando la gente habla sobre el cambio climático es la idea equivocada de que la conservación del medio ambiente no puede coexistir con el desarrollo económico. Nada podría ser más falso, y The Nature Conservancy (TNC) tiene datos científicos y reales, así como ejemplos comprobados en el terreno, para demostrarlo.
Proyectos exitosos en Mexico, América Central, Argentina, Colombia y Brasil liderados por TNC con la participación de miles de productores son modelos de la vida real de prácticas agrícolas regenerativas que demuestran que la producción de alimentos en realidad prospera cuando se la gestiona de la mano de la conservación del delicado equilibrio ecológico, tan esencial para el futuro de nuestro planeta. Las soluciones basadas en la naturaleza son las inversiones más eficientes en costos para reducir los efectos del cambio climático y traer beneficios para la biodiversidad y el crecimiento sostenible.
La Mata Atlántica
Un ejemplo concreto del potencial de las soluciones basadas en la naturaleza para conciliar el desarrollo y la conservación es el Proyecto de Conservación de Mantiqueira, en la Mata Atlántica brasileña. Tiempo atrás fue un poderoso paisaje de 123 millones de hectáreas (dos veces la superficie de Texas), pero siglos de agricultura, urbanización y ganadería han dejado su huella en este magnífico bosque. Hoy, solamente se mantiene en torno al siete por ciento, y gran parte de ello en terrenos pequeños y degradados. La Mata Atlántica es hogar de mil especies de aves, más de 750 de reptiles y anfibios y 23 000 variedades de plantas, pero también es uno de los ecosistemas forestales más amenazados del mundo.
El área de Mantiqueira es comparable al tamaño de Portugal y se extiende por los 284 municipios de tres estados que son motores económicos de Brasil: São Paulo, Minas Gerais y Rio de Janeiro, responsables de en torno a la mitad del PIB del país. La región de Mantiqueira tiene tres cuencas hídricas principales que abastecen a unos veinte millones de personas. La pérdida de bosques no es solamente un tema ambiental: tiene también impactos sociales, económicos y políticos.
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Soluciones basadas en la naturaleza
El Proyecto de Conservación de Mantiqueira es el resultado natural de las acciones llevadas a cabo por instituciones locales trabajando en alianzas con múltiples participantes desde 2005 para proteger las cuencas que abastecen de agua la región metropolitana de São Paulo.
Una de esas iniciativas es el proyecto de conservación en el municipio de Extrema, que construyó un modelo usando fuentes de financiamiento públicas para impulsar la restauración a través de pagos por servicios ambientales (PSA). El mecanismo de compensación de PSA hace que restaurar las selvas nativas sea financieramente más atractivo para los propietarios de tierras que practican la ganadería de baja productividad que hoy domina el paisaje. Con su legislación, Extrema creó un marco que garantiza que la conservación de sus fuentes de agua continuará, independientemente de quién se encuentre a cargo del gobierno.
Las montañas de Mantiqueira tienen millones de hectáreas subutilizadas por restaurar, los inicios de marcos mercantiles y de políticas favorables, un acceso fácil al más amplio mercado latinoamericano y proyectos piloto sobre los que construir. Junto con las alianzas con múltiples actores estos factores hacen que la región sea el lugar óptimo para llevar proyectos a una escala que puede hacer la diferencia.
TNC se ha aliado con varias organizaciones en la región de Mantiqueira, entre los que están la iniciativa Regenera América de Mercado Libre. Los esfuerzos conjuntos buscan restaurar 2 700 hectáreas de bosque nativo (unos seis millones de árboles) a través de la regeneración natural para proteger las cuencas que pueden abastecer dos de las mayores ciudades en Brasil. En torno a quinientas familias y productores se beneficiarán a través de PSA, y la captura de carbono será de 640 000 toneladas en 25 años.
TNC propone un conjunto de acciones de múltiples actores para cambiar el paradigma de conservación ambiental. Primero, los gobiernos nacionales deben incluir la agricultura regenerativa en sus presupuestos para poner en pie políticas que animen ese cambio. Ello implicará alinear subsidios e incentivos para acelerar los cambios en el mercado hacia la restauración y regeneración de suelos. Los líderes de la industria deberán apoyar esos cambios en políticas y transformar las dinámicas de mercado de forma tal que las prácticas de cero deforestación y regenerativas se conviertan en la norma en las cadenas de valor.
La colaboración multisectorial para compartir ciencia, innovación, mejores prácticas gestión del conocimiento y construcción de capacidades para acelerar la implementación es también un imperativo. Debemos evitar las dinámicas de silo y competitivas del sector de sostenibilidad y colaborar para cambiar genuinamente sistemas completos a los niveles nacional y de paisaje.
Finalmente, debemos cerrar la brecha financiera para construir una recuperación verde post-COVID. Para eso se requerirá innovación financiera y canalizar recursos para expandir proyectos de agricultura regenerativa locales exitosos que se beneficien del conocimiento local y de la cultura, especialmente de la experiencia y saberes de las comunidades indígenas.
TNC considera que este cambio es crucial para la seguridad de largo plazo de nuestra producción de alimentos, así como para enfrentar el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Los esfuerzos basados en la colaboración eficiente y la canalización de recursos para acelerar los proyectos locales serán vitales.