Perspectivas

Equilibrio para una Amazonía sostenible

Fabio Campiño tiene las cuentas bien claras. De las 106 hectáreas de su finca, 76 corresponden a los pastizales. Este territorio lo ha dividido en 26 potreros con el fin de administrar 300 reses. Algo que, comenta, ya está dando resultados.

En cuestión de segundos recita esos números sin titubear desde Cartagena del Chairá, Caquetá, uno de los puntos más críticos de la deforestación en Colombia. Entre enero y abril de 2020, la Amazonía colombiana perdió 75.031 hectáreas de bosque. De estas, 25.876 en Caquetá. En dicho departamento, los municipios de San Vicente del Caguán, con 11.740 hectáreas, y Cartagena del Chairá, con 10.365, encabezan la lista.

La ganadería extensiva es una de las causas principales de la deforestación. Caquetá concentra el 7,9 por ciento de todo el ganado bovino del país, ocupando el segundo lugar tras Antioquia, según cifras del Instituto Colombiano Agropecuario.

Son cerca de las 4 de la tarde, hora en la que Fabio suele cerrar una jornada laboral que inicia a las 5.00-5.30 de la mañana con el ordeño y que termina con labores diarias, de esas que nunca faltan: por ejemplo, realizar las divisiones de los potreros.

Esa actividad la ha llevado a cabo en el marco del proyecto Agroforestería para la Coservación implementado por The Nature Conservancy - TNC y Amazon Conservation Team -ACT, , que permite un uso de la tierra más diverso e integrado.  El objetivo es fomentar que el desarrollo económico y la conservación del medioambiente vayan de la mano. 

Mediante la agroforestería, Fabio ha incorporado un enfoque sostenible a su actividad ganadera. El objetivo: aprovechar al máximo los pastos disponibles y no tener que tumbar más selva para albergar o alimentar sus reses. 

Ahora, Fabio trabaja con un sistema de rotación en el que el ganado está un mes en un potrero y luego pasa a otro, mientras el anterior se regenera. Así se aprovecha el territorio disponible, se apuesta por la conservación y también por la productividad, ya que es más fácil para Fabio manejar sus reses así y ya no tiene que alquilar pastos en otros lugares. 

Y es que antes todo era un único potrero, en el que el ganado andaba y andaba buscando agua y sombra. Una opción que no es sostenible y los suelos se degradan. Ahora hemos aumentado nuestra productividad y hasta ha aumentado la leche del ordeño.

 

Quote: Gilma

No conocíamos la diversidad de abejas que hay en nuestro territorio ni lo que ellas hacen al ser pioneras de la polinización.

Más allá

La conservación de la Amazonía compromete a más países. No es un tema menor en Brasil, que hacia 2018 había perdido cerca del 19,9 por ciento por la deforestación, acercándose a un punto de no retorno marcado en un rango de pérdida entre el 20 y el 25 por ciento. Las dinámicas son similares a las de Colombia: extracción ilegal de madera, minería y ganadería. 

El mencionado punto de no retorno marcaría una transición imparable hacia un ecosistema parecido al de una sabana, más seco, lo cual alteraría, entre otras cosas, los ciclos de lluvias de una región que produce 70 por ciento del PIB sudamericano. 

En un estado como el de Pará, que representa el 40 por ciento de la deforestación de la Amazonía brasileña, la apuesta se centra en el papel de las políticas públicas en los mecanismos de control, que hacen seguimiento a las actividades relacionadas con la deforestación, y en la contribución a un desarrollo sustentable que beneficie a la economía de las comunidades locales. 

Manoel Lemos, ganadero, lo ve como una cuestión de tener el coraje para abrir las puertas de la finca, escuchar y cambiar los sistemas tradicionales por otros más sustentables, de la mano de organizaciones como TNC. Con la esperanza de que, con resultados positivos, se sumen más personas. “A partir del momento en que hay productividad y se generan ganancias, la gente adopta medidas ambientales y entrega un producto totalmente seguro desde el punto de vista ambiental”, dice. 

El apoyo a los grupos indígenas, los guardianes en primera línea de la selva, no se queda atrás. En el estado de Pará, por ejemplo, se implementa un emprendimiento femenino para apuntarle al fortalecimiento de las economías familiares. Este se basa en la producción del aceite de coco babaçu, de uso culinario y cosmético. Las mujeres cuentan con una nueva casa de procesamiento y una máquina de extracción de aceites, para que el proceso se optimice y sea menos costoso. Al mismo tiempo, se han generado mecanismos de mercadeo que las ayudan a conectar directamente con las empresas vendedoras. 

La apuesta, tanto en Caquetá como en Pará, los puntos más críticos de la deforestación en Colombia y Brasil, es por el equilibrio y el bienestar. “Y es que la conservación no se logra sin mejorarle la vida a las personas”, concluye, por su parte, María Fernanda Ordóñez, especialista de TNC.

Este texto apareció originalmente en Semana Sostenible el 21 de diciembre de 2020.