Enduring Earth
The Nature Conservancy y tres grandes organizaciones internacionales se han unido para cumplir con los objetivos de conservación globales para 2030
Por Matt Jenkins, escritor independiente
Motivados por las crecientes amenazas del cambio climático y las pérdidas de biodiversidad en todo el mundo, filántropos privados, inversores públicos y grupos conservacionistas de todo el mundo trabajan contra reloj para proteger, antes de 2030, el 30% de las tierras, el agua dulce y los océanos del planeta. Los objetivos fijados en el Acuerdo de París sobre el clima, el Convenio sobre Diversidad Biológica y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas han trazado el camino a seguir, pero los gobiernos tienen que actuar rápido. La década pasada fue la más cálida de la historia y se estima que, en los próximos años, más de un millón de especies estarán amenazadas de extinción, por lo que los plazos son críticos y el reto inconmensurable.
Un gran león macho en la hierba alta y la cálida luz del atardecer en Masai Mara, Kenia.
"Cuando te fijas en estos objetivos para 2030 te das cuenta de que son enormes: es un área el doble de grande que India», dice Jeff Parrish, director general de protección de la naturaleza en The Nature Conservancy. "No hay forma posible de hacer esto en solitario».
En respuesta, The Nature Conservancy (TNC), The Pew Charitable Trusts, World Wildlife Fund (WWF) y la empresa filantrópica ZOMALAB han unido sus recursos y experiencia para el desarrollo de Enduring Earth, una nueva iniciativa conjunta para proteger hábitats importantes a la escala y el ritmo necesarios para combatir con eficacia el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Las organizaciones seguirán actuando como entidades individuales, pero, a través de Enduring Earth, cooperarán en proyectos especiales a gran escala. Esta iniciativa establece un planteamiento nuevo, no solo por la financiación de la protección ambiental a escala global, sino también porque trabaja más estrechamente con las personas y comunidades que dependen de tierras y aguas de importancia ecológica.
Enduring Earth diseñará sus proyectos de forma similar a como se gestionan los grandes proyectos de infraestructura: utilizando una herramienta denominada “financiación de proyectos de permanencia” para disponer de todos los elementos necesarios para el éxito, como la planificación, la financiación, y la gobernanza y los compromisos de las comunidades locales a largo plazo, antes de poner en marcha un complejo proyecto de protección a gran escala. A lo largo de la próxima década, el equipo de organizaciones pretende recaudar más de mil millones de dólares de fondos privados y públicos junto con compromisos de financiación por parte de los gobiernos de los países receptores y mecanismos de financiación sostenibles desarrollados a nivel local, alcanzando un total de 4.000 millones de dólares para lanzar una cartera de 20 grandes iniciativas de conservación en todo el planeta.
El planteamiento ha sido perfeccionado y probado a lo largo de dos décadas en varios proyectos de grandes dimensiones de TNC y WWF en Canadá, Costa Rica, la Amazonía brasileña, Bután y Perú. A través de la iniciativa Great Bear Rainforest, TNC trabajó con un elevado número de Primeras Naciones cuando declararon su autoridad sobre más de 7 millones de hectáreas de sus territorios en el bosque tropical del noroeste del Pacífico. Ahora, las Primeras Naciones gestionan sus recursos naturales conjuntamente con los gobiernos provinciales y dirigen iniciativas de protección y conservación. En Brasil, la iniciativa Áreas protegidas de la región amazónica apoyada por WWF, creó un sistema de parques que es casi un 50% más grande que California y que ha demostrado ser lo suficientemente resiliente como para aguantar la inestabilidad política posterior en el país.
Una vista a través de los pastizales de la Reserva Natural Tosonhulstai, Mongolia Oriental
Para poder hacer realidad esta colaboración, ha sido necesario superar algunas diferencias entre las organizaciones conservacionistas como TNC y WWF, que llevaban arraigadas mucho tiempo. "Durante más de 70 años estas organizaciones han aprendido a competir, no a colaborar», dice Parrish. "Para lograr esto ha sido necesario alcanzar un cierto grado de confianza personal».
"Estas asociaciones se forjan o se diluyen basándose en las relaciones y requieren una gran cantidad de conversaciones directas y honestas", dice Carter Roberts, presidente y director ejecutivo de WWF en los Estados Unidos. "Incluso, aunque las organizaciones ya se han unido para colaborar, reconocen la importancia de mantener cierta libertad de actuación para poder desafiarse las unas a las otras, lo que fortalecerá aún más el conjunto de la asociación", añade.
El éxito del programa dependerá también de si se consigue que los gobiernos nacionales (muchos de los cuales están trabajando a contrarreloj para cumplir los compromisos de 2030 adquiridos mediante los acuerdos internacionales sobre el clima y la biodiversidad) establezcan compromisos duraderos y vinculantes con programas de conservación específicos dentro de sus propias fronteras.
Los socios de Enduring Earth tienen la esperanza de que la aportación de una mayor financiación y de su experiencia combinada a nuevas áreas de los proyectos de conservación, sea el desencadenante que ayude a los gobiernos a actuar rápidamente para cumplir sus compromisos de proteger la naturaleza y abordar el cambio climático.
"A veces estos acuerdos llevan años en materializarse, por lo que hay que esperar a que los planetas se alineen", dice Roberts, destacando la implicación de WWF en las negociaciones para la protección de la Amazonía brasileña. "Buscas oportunidades en aquellos lugares en los que tienes un gobierno que se preocupa por estas cosas y que está dispuesto a asumir compromisos que no solo acarreen una responsabilidad sobre esa administración en particular, sino también sobre las siguientes".
Otro componente fundamental es la implicación de las comunidades locales en la creación de planes de desarrollo económico. Las comunidades suelen depender de los recursos naturales de áreas que potencialmente estarán protegidas, pero ciertas actividades como la explotación forestal o la pesca, cuando se practican de forma insostenible, pueden debilitar la integridad ambiental de dichos lugares. De esta forma, apoyar a estas comunidades en sus esfuerzos para desarrollar mejores prácticas de gestión puede garantizar beneficios a largo plazo para áreas ecológicamente críticas y para las personas que dependen de sus recursos.
«Una de las cosas más importantes que puedes hacer para garantizar la sostenibilidad de la propia protección es ayudar a que sus economías privadas sean resilientes», dice Ben Walton, cofundador junto con su mujer, Lucy Ana, de ZOMALAB.
Enduring Earth ha recaudado ya más de 400 millones de dólares, y 10 de los 20 proyectos que ha propuesto ya están en desarrollo. El primero, un proyecto dirigido por el WWF llamado Herencia Colombia, se pondrá en marcha a finales de este año con el objetivo de conservar 2 millones de hectáreas de hábitats de importancia (una superficie prácticamente equivalente a Belgica), lo que ayudará a Colombia a cumplir con sus compromisos internacionales adquiridos en temas de biodiversidad y clima. The Nature Conservancy apoyará este proyecto con la aportación de fondos y con su propia iniciativa para establecer un nuevo parque nacional para la protección de lagos, estepas, áreas de monte bajo y agrupaciones de bosques en torno al río Manacacías.
La fundación benéfica Pew Charitable Trusts dirigirá un proyecto para la protección de bosques boreales en los territorios al noroeste de Canadá, donde la organización tiene una larga trayectoria. En Gabón, TNC trabaja para acelerar el compromiso visionario del país de proteger el 30% de sus hábitats terrestres, oceánicos y de aguas dulces. El trabajo estará respaldado por un compromiso de 30 millones de dólares aportados por el fondo Bezos Earth Fund y por otras fuentes de financiación que se incorporarán en el futuro. El objetivo será proteger la biodiversidad y las reservas de carbono, al tiempo que se crea empleo en la floreciente economía verde del país.
En Kenia, TNC está desarrollando un proyecto a escala de paisaje para la protección de un mosaico de áreas de conservación comunitarias, privadas y gubernamentales a lo largo de unos 17 millones de hectáreas, que protegería a las poblaciones silvestres que en ellas habitan y apoyaría los medios de subsistencia de casi un millón de hogares en las áreas de pastizales del país y a lo largo de su costa. Y en Mongolia, TNC está trabajando con pastores y con el gobierno en una posible iniciativa de 170 millones de dólares para proteger 14 millones de hectáreas y reforzar la gestión de otros 28 millones de hectáreas de tierras de importancia ecológica.
Estos proyectos permitirán crear un cambio real sobre el terreno, en los mares, en las comunidades locales y para el clima. Incluso ya están derribando barreras y cambiando comportamientos arraigados entre, y dentro de, las organizaciones participantes.
"Sientes que no solo TNC apoya tu proyecto, sino también otras grandes organizaciones como WWF y Pew, que están movilizando sus recursos, su conocimiento y su capacidad para poner todo esto en marcha», dice Pilar Barrera Rey, directora global de estrategias de protección duraderas de TNC. "Compartes recursos y conocimientos financieros y técnicos al tiempo que todos aprendemos de los demás. Todo ello marca una gran diferencia».